No me ates.

No lamentaré la fuerza que tuve para amarte desde que te conozco, ni siquiera la felicidad que siento de verte, siempre. Porque esos ojos que descubren mis miradas, la voz que pronuncia tus palabras. No, no podría decirte que te amo, es muy pronto tal vez, pues no habría de encontrar mejor motivo en mis silencios que la nada, soy tan solo el reflejo de los sentimientos guardados en caja, sin fecha de caducidad.

Recuerdo lo que recuerdo, vago en el tiempo, recordando el pasado sin dolor, viviendo el presente con pasión y pensando en el futuro con ansiedad, viajo por la constelación de tu piel tan suave, como la imagino, guardo en mis bolsillos muestras de caricias al por mayor, serán lo que llenen tu mente y tu alma, de este mi amor nuevo.

Pinto arcoiris de colores en mi cielo obscuro, busco a mi preciosa, mi hermosa luna, que como tus ojos brilla. Ya no siento el vacio, todo lo alimenta la fuerza, camino, voy recorriendo cada espacio del mio mismo, pienso en que algún día te veré y me verás, por obvio que parezca y sacaré del cajón todos mis pensamientos, tiraré las bolsas de lágrimas, para recuperar las sonrisas que esta felicidad me da.

No me arrepentiré de todo lo que te he dicho, de mis abrazos, de la forma en que te veo, siempre. Porque nada podría ser mejor, no sé cuánto tenga que hacer, que decir, podría gritar incluso, nada me hace más felíz, a mi manera. Si, podría llenarme la boca de enunciados eternos, los más dulces para tí, no habría de encontrar mejor motivo que este, porque estás aquí, eternamente.

Pasará mucho o poco tiempo quizás, tengo tanto que demostrarte, que quiero que sepas para que nunca lo olvides, abriré las alas para abrazarte porque sabes? quiero estar contigo, no es fragilidad del corazón, ni debilidad del sentimiento, es tan solo que me inspiras tantas cosas que no sé cómo decirlo, el cariño aumenta a medida que las noches pasan, cada una distinta a la otra, pasará la vida, pasarán los minutos atrapados en la esfera, entrégame. No me ates.